lunes, 20 de agosto de 2007

Demencia Temporal, todos sufrimos de ella, gracias a Dios. En uno u otro momento parecemos dementes para los demás. Tal vez es allí, en esos momentos de demencia en donde se unen todos nuestros dolores y todas nuestras alegrías, todos nuestros sueños y todas nuestras decepciones. Tal vez es durante esos momentos de demencia temporal, y sólo allí, cuando nos mostramos como realmente somos. Cuando nos quitamos las máscaras que nos vemos obligados a llevar para poder vivir en este mundo en donde todos los demás también llevan máscaras. Tal vez por ello le llamen “demencia”, pues como dice Paulo Coelho, “la normalidad es solo cuestión de consenso”, entonces cuando uno es uno mismo, cuando uno se busca y se encuentra, vive a un ritmo diferente, está en busca de sus sueños, vive su leyenda personal y se da cuenta que no son necesarios todos esos requisitos establecidos por el mundo y la sociedad actual, en demente se ha convertido. Los momentos de demencia temporal son necesarios para el ser humano. Son momentos que marcan finales y dan paso a inicios. Son momentos de transformación. Comprendemos lo que fuimos, y de lo que somos emerge lo que seremos. Es un proceso constante, se repite miles de veces en la vida del ser humano y es genialmente ilustrado en cada una de las historias plasmada en esta obra. Recuerdo como si fuera ayer, el momento en que Klenya compartió conmigo una de las teorías acerca de viajar en el tiempo. Estábamos sentadas en la sala común de nuestro dormitorio universitario y Klenya explicaba como una de las teorías dices que el tiempo sucede todo a la misma vez, no es una sola línea, sino varias líneas paralelas, así pues, en este mismo instante estamos naciendo, viviendo esto y muriendo. Me pareció sumamente interesante esta teoría y de ser esto posible, me puse a pensar cómo nuestras acciones afectan lo que somos, quienes somos y quienes seremos. Porque para mí el nacer es el tener una nueva oportunidad y si precisamente en este momento estoy naciendo, entonces mis posibilidades son ilimitadas. Y si lo vemos más allá puede ser cierto, pues el ser humano está constantemente naciendo, en constante transformación y así mismo muere un poquito cada día. Esta teoría y otras teorías similares acerca de viajar en el tiempo, se combinan ingeniosamente en los diferentes cuentos de Demencia Temporal. Y aun cuando Klenya me ha pedido que cuando hable de su libro lo haga dando mi evaluación acerca de su valor audiovisual, el cual considero es inmenso y estaría aquí horas contándoles a ustedes como filmaría o dibujaría cada historia, siento que la propuesta de Demencia Temporal es más intensa. Considero que el desafiar al tiempo y al espacio se convierte en un elemento creativo utilizado por Klenya para tejer historias más profundas, llenas de filosofía de vida. Cuentos que exaltan la figura de la mujer y las relaciones entre esas mujeres a través de las generaciones; madres e hijas, abuelas y nietas, esa herencia que va más allá de lo material, la herencia espiritual y el legado de una generación a otra. Podemos ver como ese legado va evolucionando y tomando la forma necesaria para cada tiempo en que se vive. Encontramos personajes que se buscan a sí mismos, personajes que se preguntan si tuvieran otra oportunidad que harían, personajes que toman decisiones y se transforman ante nuestros ojos. Personajes que podemos ser nosotros mismos queriendo dejar algo de nosotros en este mundo. Sintiendo como todo influye en nosotros y nosotros en todo. Haciéndonos la eterna pregunta, si nuestro destino está escrito o nosotros tenemos el poder de construir nuestro propio destino. Hasta darnos cuenta que el destino es el equilibrio perfecto entre lo que está escrito en las estrellas y nuestro poder de unir esas estrellas y darle forma con cada decisión que tomamos. Me gusta pensar que Klenya inicia la cultura literaria de una generación como la mía. He leído otros autores; autores que me llevan a viajar a otros países y a otro tiempos; pero al leer Demencia Temporal me encuentro en un mundo más familiar, con realidades más palpables, envuelta en la cultura pop, en la música que me ha acompañado durante toda la vida, en vivencias del día a día de cualquier adulto joven. Me gustaría pensar que así como Klenya, hay otros jóvenes panameños dispuestos a escribir sus historias y compartirlas con todos. Historias de búsqueda, de decisión, de destino y sobretodo de amor, pues es solo a través del amor que lo comprendemos todo. Y todas estas historias narradas en el contexto de las exigencias, la tecnología, la música y la vida del mundo actual. Por otro lado podemos decir que los cuentos de Demencia Temporal, como todo buen cuento, tienen ese misterio que deseamos descubrir, ese final inesperado, que nos pone a pensar y a desarrollar nuestra propias conclusiones. Además de estar acompañados por hermosas descripciones de lugares, sentimientos y sensaciones que se nos hace fácil imaginarnos los lugares en donde ocurren estas historias, sus colores, sus olores y la vida que se desarrolla en ellos.Hoy le pediría a Klenya que siguiera escribiendo. Muchas de estas historias nos dejan con ganas de leer más, de conocer más a sus protagonistas, de pasar algunos minutos más en aquellos lugares que describen. Esta obra, escrita en un lenguaje sencillo, se hace amena y refrescante al leer, y así mismo se termina muy pronto. Definitivamente Klenya, pienso que todos lo que hemos leído Demencia Temporal deseamos que sigas compartiendo con nosotros esos hermosos escenarios que creas con tu pluma. Otra vez te doy las gracias por este libro, porque con él sigues dejando huellas en este mundo. Y si hay algo que aprendemos de tu obra es confiar en nuestras propias promesas, así que tú has confiado en las tuyas.

PRESENTACIÓN DE DEMENCIA TEMPORAL

Ingeniera Balkys Hercilia Robles.

1 comentario:

Eduardo Waghorn dijo...

De casualidad en tu interesante blog, que debo leer con la calma que se merece:) Me ha cautivado.
Desde el mismísimo título: Demencia Temporal...
Un sincero abrazo desde Chile, visítame si gustas.